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WLRN News evalúa un punto clave — un año después — de la agenda de inmigración de la administración de Biden.

Bajo el programa de inmigración de Biden, un disidente cubano encuentra poesía al construir una nueva vida en Miami

Amaury Pacheco, 54, arrived in Miami in late August after applying through the Biden Administration's humanitarian parole program for people from Cuba, Haiti, Venezuela and Nicaragua.
Daniel Rivero
/
WLRN
Amaury Pacheco, de 54 años, llegó a Miami a finales de agosto tras solicitar el proceso probatorio de la administración de Biden para personas procedentes de Cuba, Haití, Venezuela y Nicaragua.

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Durante 15 minutos al día, Amaury Pacheco saca su teléfono y juega con la aplicación Duolingo, la herramienta que le ayuda a aprender a hablar mejor inglés.

Su hija está sentada sobre el cojín del sofá a su lado, mirando el teléfono, mientras él se acaricia la larga barba canosa, pensando en las respuestas.

"A job", dice una voz en la aplicación.

"A job", responde.

Siguiente pregunta.

"I need a job".

"I need a job", repite.

La aplicación hace sonar la campana de una respuesta correcta. Pacheco levanta el puño, orgulloso de sí mismo.

Este poeta afrocubano de 54 años comienza una nueva vida en un nuevo país, semanas después de haber sido admitido en Estados Unidos a través de un proceso probatorio de la administración de Biden creado por primera vez en octubre pasado. El programa pretende aliviar la crisis en la frontera entre Estados Unidos y México. Hasta la fecha, más de 240,000 personas de cuatro países –Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela– han sido admitidas en Estados Unidos en el marco del programa.

La historia de la huida de Pacheco y su familia ilustra los factores que han llevado a tantas personas de países vecinos a huir aquí, y la incertidumbre que les espera en su nuevo país de adopción.

Amaury Pacheco practices English on the app Duolingo while his daughter Kali follows along.
Daniel Rivero
/
WLRN
Amaury Pacheco practica inglés con la aplicación Duolingo mientras su hija, Kali, le sigue.

Durante décadas, Pacheco ha estado a la vanguardia de la escena artística independiente de Cuba. En 1997, fue uno de los creadores de Omni-Zona Franca, un colectivo de poetas y artistas multidisciplinarios de performance que iba más allá de lo que el gobierno comunista cubano podía tolerar. En 2016, se vio obligado a cerrar por presiones gubernamentales.

Dos años después, Pacheco cofundó el colectivo de artistas Movimiento San Isidro en oposición a una ley que consagraba la censura de las artes y los eventos culturales. En 2020, el grupo organizó un plantón histórico y una lectura de poemas en el Ministerio de Cultura cubano en protesta por el arresto del rapero cubano Denis Solís.

Detenidos en Cuba
Más recientemente, el Movimiento San Isidro –llamado así por el barrio de La Habana donde tiene su sede– ayudó a desencadenar las históricas protestas a nivel nacional que tuvieron lugar el 11 de julio de 2021. Cuando Pacheco se dirigía a La Habana para unirse a las protestas, fue detenido durante todo el día en una estación de policía.

"Me llevaron a una estación de Cojimar. Sí pude ver las personas que iban llegando. Y lo que iban contando. Como sucedió, que les hicieron. Los golpes que les dieron. Encauzaron a personas que no tenían nada que ver con el asunto", dijo Pacheco a WLRN.

VER MÁs: Cuba's historic protests shook the regime — but its response has shaken human rights observers

Ese mismo día, Pacheco estuvo con Luis Manuel Otero Alcántara, un activista conocido internacionalmente, compañero artista y cofundador del Movimiento San Isidro. Tras las protestas, el Estado recluyó a Otero Alcántara en una prisión de máxima seguridad, donde enfrenta una pena de hasta siete años por actividades antigubernamentales. El gobierno considera a Otero Alcántara y al Movimiento San Isidro una de las mayores amenazas para sus 64 años en el poder.

Tras las protestas, dijo Pacheco, su vida estuvo sometida a una vigilancia constante. Los funcionarios del Estado vigilaban todos sus movimientos y los de su familia, y montaban guardia frente a su casa en el este de La Habana para restringir sus movimientos.

Cuando pudo salir de su casa, el peso del aumento de la opresión gubernamental tras las protestas y una creciente crisis económica cambiaron notablemente el estado de ánimo del país.

"Hay como un vacío en las calles. Es como si los cubanos se fueran desapareciendo. Como tuviera un grupo de gente que se va desapareciendo poquito a poquito", dijo. "‘Este se fue, el otro se fue.’ Y es como un vacío. Hay un vacío existencial".

"Es como si los cubanos estuvieran desapareciendo. Como si la gente fuera desapareciendo poco a poco. ... Es un vacío. Un vacío existencial".
Amaury Pacheco, poeta afrocubano

Las cosas estaban peor económicamente a principios de los 90, tras el colapso de la Unión Soviética — el llamado "Periodo Especial" — y la ayuda financiera que venía con ella, dijo. Pero en aquellos días un gran número de personas aún tenía cierta fe en el dictador Fidel Castro, y había cierta esperanza en medio de una economía devastada, pero que sí había cierto empuje por salir adelante.

"Ya, ahora lo que en esta crisis de estos años no se parece a ese", dijo Pacheco.. Sí hay un desgaste emocional, hay un desgaste espiritual en el cubano, hay un desgaste político, hay un desgaste ideológico y una desaparición.

La esperanza ha desaparecido, dijo. Lo que existe es opresión, violencia y control.

A lo largo de los dos últimos años, con amigos y familiares sintiendo todo el peso de la mirada vigilante del gobierno, se preparó mentalmente para abandonar el país.

El proceso probatorio de la administración de Biden, que está siendo impugnado ante un tribunal federal por la Florida y otros 20 estados liderados por los republicanos, era su pasaje de salida.

Un hijo obligado a quedarse
Hace casi dos años, la esposa de Pacheco, Iris Ruiz, tuvo que salir de Cuba para recibir atención médica por diversos padecimientos. El gobierno comunista, según ella, le impedía estratégicamente recibir el tratamiento. Sospecha que se debió al activismo político de su familia.

La Embajada estadounidense en Cuba la ayudó a obtener para ella un visado de turista para que recibiera tratamiento médico en Estados Unidos. Salió del país en octubre de 2021 en un vuelo con dos de los seis hijos de la pareja.

"Llegamos a las dos de la mañana, de la madrugada al aeropuerto aquí, el de Miami, y a las nueve de la mañana ya me estaban hospitalizando. Así estuve un mes", dijo Ruiz.

Después de un mes en el hospital, se sintió mucho mejor. Pero desde entonces no ha podido ir al médico a seguimiento porque no tiene seguro médico y no puede permitirse hacer los pagos en efectivo requeridos. Desde entonces, Ruiz y sus dos hijos han rebasado el plazo de su visado de turistas, lo que les ha dejado "sin papeles", dijo. Han solicitado asilo político.

Cuando el pasado enero Ruiz se enteró de que se ponía en marcha el proceso probatorio de la administración de Biden para cubanos, sintió una oleada de alivio al pensar que su familia podría reunirse en Estados Unidos. Pero la noticia también vino acompañada del estrés de encontrar un patrocinador fiscal para Pacheco y los tres hijos que permanecían en Cuba.

VER MÁS: Mayorkas in Miami touts Biden's migrant parole, blasts Florida and other states that are suing it

"Te regalan un elefante, pero tienes que llevártelo cargado", dijo riendo.

Al final, la pareja encontró un patrocinador que pagó tres meses de alquiler de una casa en Brownsville.

"Reencontrarnos como familia ha sido un aliciente para la familia entera", dijo. "Para todos es una felicidad. Aunque se quedó uno en Cuba, y en unas condiciones duras por que está preso".

El hijo mayor de la pareja fue arrestado en el Aeropuerto Internacional José Martí en La Habana cuando la familia se dirigía a reunirse con Ruiz en Miami. Fue acusado de un robo que supuestamente tuvo lugar meses antes, algo que, según Ruiz, desafía toda lógica, ya que no se ha presentado ninguna víctima y la familia estuvo bajo vigilancia constante desde las protestas de julio de 2021.

"No nos iban a dejar reunirnos con felicidad total", dijo. "Algo tenían que hacer, algo tenían que inventar."

‘Es un país complicado’
Incluso con su hermano encerrado, Kali Pacheco Ruiz, de 11 años, dijo que venir a Miami y reunirse con su madre y sus hermanos ha sido una bendición.

"En ese momento me emocioné mucho porque ví a mi mamá corriendo y yo también corría a donde estaba mi mama", dijo Kali. "Fue una experiencia bastante emocionante".

En Miami, Kali se maravilla con los edificios, y le ha tomado gusto a montar en el Metrorail. Sus padres la están inscribiendo para que empiece las clases, y espera que le guste más la nueva escuela de aquí que la antigua de Cuba.

"Yo espero que éstas escuelas me gusten más que las de allá", dijo de su antigua escuela en la isla. "Porque las de allá – todo está mal. Los baños están feos, feos, feos."

Aunque ninguno de los recién llegados está inscrito en clases ni trabaja todavía, la nueva casa de los Pacheco Ruiz bulle de actividad. Los niños se pasan el día leyendo cómics de manga que seleccionaron en la biblioteca pública, jugando al basquetbol en el parque que hay al final de la calle, escuchando K-Pop y cantando en coreano.

Samadhi Pacheco Ruiz and her brother, __ search the internet for music. K-Pop is a favorite in the household.
Daniel Rivero
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WLRN
Samadhi Pacheco Ruiz y su hermano buscan música en internet. El K-Pop es uno de los favoritos en la casa.

Samadhi Pacheco Ruiz, de 14 años, llegó hace dos con su madre y se encarga de dar clases diarias de inglés. Usa videos educativos para niños que encontró en YouTube.

En Cuba, Samadhi tenía un sólido grupo de amigos. Salían todo el tiempo y hacían planes con semanas de antelación. Todavía no ha encontrado un círculo similar en Miami.

"A veces es difícil encontrar algo que te guste hacer en este país", dice Samadhi en un inglés entrecortado que va ganando confianza. "Like, aquí no sé qué hacer most of the time. ... Qué me espere en el futuro, no sé, pensar mucho en el futuro."

Siguiendo el ejemplo de su padre, que vive y respira en un mundo de ideas, quiere estudiar Filosofía.

Pacheco reflexionó sobre cómo están viviendo sus hijos el proceso de trasladarse a Estados Unidos, en comparación con cómo lo está viviendo él. Conoce a algunas personas que viven en Miami, muchas de las cuales pasaron años bajo el yugo del gobierno comunista.

VER MÁS: Aquí es donde los inmigrantes pueden ir en busca de ayuda en el sur de la Florida

"Uno quiere salir de un régimen opresivo, como en Cuba, y de pronto tus hijos sienten que tienen libertad allí, de jugar", dijo Pacheco. "Porque no entienden totalmente el aparato. Pueden jugar, pueden salir, pueden — es una libertad extraña, no? Porque no es la libertad, es esa libertad específica".

Pero en Miami, dijo, su teléfono ha recibido varias Alertas Ámbar que le notifican la desaparición de niños. Eso le pone nervioso.

"Es un país de una complejidad", dijo, "pero para crecer, tú tienes que hacerlo.

Nueva vida en Estados Unidos
Pacheco no se hace ilusiones de que este próximo capítulo de su vida vaya a ser fácil.

"Cambiar de país, cambiar mi perspectiva ideológica –cómo insertarme en este país, cómo continuar mi batalla– han sido preguntas y siguen siéndolo", dijo Pacheco.

Desde su llegada, su vida estadounidense se ha visto consumida por las cuestiones prácticas de la migración. Conseguir las vacunas para poder solicitar un permiso de trabajo, inscribirse para los cupones de alimentos para alimentar a su familia mientras tanto e inscribir a sus hijos en la escuela.

"Para mí es importante aprender todos los procedimientos, aprender la burocracia. Porque a partir de ahí aprenderé cómo está estructurado el país", dijo.

Ahora, aquí es cómo centrarme y ¿establecerme? Ese es el activismo y ese es el elemento poético pa' mí.
Amaury Pacheco

Pachecho está aprendiendo a adaptarse a las duras realidades del capitalismo tras toda una vida bajo las duras realidades de un sistema comunista. "Estoy intentando entenderlo, la verdad", dijo.

Cuando obtenga el permiso de trabajo, espera trabajar en el mundo del arte, un mundo que conoce bien. Pero acaba de llegar y ya siente que el tiempo corre en su contra. La perspectiva de tener que empezar a pagar el alquiler dentro de unos meses en el mercado inmobiliario más inasequible del país pesa mucho sobre sus hombros.

Pase lo que pase, Pacheco dijo que no abandonará el activismo contra el gobierno cubano. Solo que en Estados Unidos podría ser diferente.

"Allá estabas en el elemento fuego. Fuego. Estabas ahí, frente a la bestia, como yo le digo al régimen", dijo. "Y por lo tanto, frente al régimen tienes un tipo de comportamiento. Cuando estás acá, son otras las maneras. Es una lógica que debo de entender".

Dijo Pacheco: "Ahora, aquí es cómo centrarme y ¿establecerme? Ese es el activismo y ese es el elemento poético pa' mí".

Para los migrantes desesperados por escapar de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, y para la campaña de reelección del presidente Biden, hay incertidumbre del futuro. En la serie de WLRN News “Waiting for America,” analizamos en profundidad un programa de proceso probatorio de Biden — un año después que se lanzó — para miles de personas de países de América Latina y el Caribe devastados por crisis. Y analizamos una política de inmigración clave de la administración del presidente de Estados Unidos.

Daniel Rivero is part of WLRN's new investigative reporting team. Before joining WLRN, he was an investigative reporter and producer on the television series "The Naked Truth," and a digital reporter for Fusion. He can be reached at drivero@wlrnnews.org
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